viernes, 13 de noviembre de 2009

Un investigador americano dice que hay que respetar las particularidades constructivas de nuestra época

Desde Estados Unidos vino el arquitecto y teólogo Steven J. Schloeder quien al disertar sobre cómo construir iglesias tras el Vaticano II, señaló que hay que ser respetuosos con las particularidades de nuestra época y ver «qué valores están involucrados en nuestro enfoque de la arquitectura sagrada». Recordó que el siglo XX atravesó maneras radicales de pensar y diseñar arquitectura sagrada que pretende construir para el hombre nuevo. Para Schloeder, el edificio expresa la función y la forma sigue a la función. Mostró varios diseños de nuevos templos, según Peter Hammond, con planta circular, elíptica u ovoidal imitando amebas, por ejemplo, con tal de no adscribirse a la forma de la basílica tradicional.
Quien primero escribió acerca de una iglesia contemporánea fue Eusebio, en el siglo IV, la iglesia como reflejo terrenal de la Jerusalén Celestial. En su exposición Schloeder citó tres metáforas de la Iglesia: cuerpo, templo y ciudad. «El cuerpo es una unidad con muchos miembros de funciones diferentes. Lo mismo sucede con el cuerpo de Cristo». El templo es el cuerpo y la ciudad divina se ve en la basílica constantiniana y de forma especial en la catedral gótica.

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